Sigue tus sueños
«El arte da al hombre la experiencia de vivir en un mundo donde las cosas son como deberían ser. Esta experiencia es de crucial importancia para él: es su salvavidas psicológico. Dado que la ambición del hombre no tiene límite, dado que su búsqueda y logro de valores es un proceso que dura toda la vida (y cuanto más elevados los valores, más dura es la lucha).
Todo hombre necesita un momento, una hora, cierto período de tiempo en el cual pueda experimentar el sentido de su tarea terminada, el sentido de vivir en un Universo donde sus valores hayan sido exitosamente realizados. Es como un descanso, un momento de repostar combustible mental hacia nuevos logros. El Arte le da este combustible, un momento de alegría metafísica, un momento de amor por la existencia. Como un faro, alzado sobre los oscuros cruces de caminos del mundo, diciendo: ‘Esto es posible’.”
Ayn Rand
Nunca he sentido afinidad por los despertadores, de hecho no creo que haya una sola persona que no deteste el sonido de su despertador a las 5:30 a. m. En mi caso muy personal, era poco viable pensar en otra hora si pretendía llegar puntual a clase de 7:00 a. m.
Estructuras de concreto es la asignatura, seguida de la más ilustrativa clase de recursos humanos, no es mi favorita, pero hay que asistir. A la 1:00 p. m. hay ensayo con el coro de la universidad, primera incursión artística del día, actividad que guarda una de mis mayores pasiones además de sacarme de la rutina estudiantil.
La semana estará llena de eventos y tareas no comunes para la mayoría de los estudiantes, un concierto de coro, entrega de reportes de los eventos culturales del mes, cabe señalar que de no haber llevado la materia de “Planeación y control de obra” y no aplicarla a los pendientes mencionados no sería tan sencillo, y el estreno de la obra musical del semestre.
Así es como el día transcurre con normalidad hasta que llega el momento de una práctica famosa entre teatreros que muchos alumnos ignoran que existe: los ensayos generales, ya que como mencioné, la obra está próxima a estrenarse. El día de hoy tendré que faltar a clase de conexiones de acero.
El resto de la semana me encontrarán en el escenario de 8:00 p. m. a 1:30 a. m. aproximadamente, y a veces entre clases, y a veces a la hora de clases.
Toda la universidad me vi impulsado por algo más que mis ganas de ser ingeniero civil. La pasión por el arte y por las ciencias exactas me obligó a llevarlas de la mano, a veces sacrificando una para cumplir con la otra, pero nunca inclinándome por una en particular, si bien ambas han coexistido y coexisten en la mayor armonía posible.
Estudiar la carrera de mi vida no fue motivo para olvidar aquello que le da sentido a la misma, y ya fuese en el salón de clases o en el ensayo, en la visita de obra o en la obra de teatro, grabación o cualquier otro símil cultural, el amor y la pasión que pudiese ofrecer para cualquiera de los dos rubros se mantenía como el principal motor que me movía, guiaba e impulsaba día con día, ya que se trataba de mis sueños, lo más preciado que una persona puede tener.
La superación exige cambio, y el cambio invita a tomar nuevos riesgos, a cumplir retos, a asumir responsabilidades, y no hay ejemplo más claro que cuando día con día nos planteamos el ser parte de algo más grande que nosotros mismos.
El ejercicio rutinario cobra sentido y la percepción ya no se centra en una tarea detrás de la otra, sino se transforma en una meta bien definida y clara, un fin que llevará no sólo al crecimiento de uno mismo sino al mejoramiento de la sociedad
Tuve la oportunidad de darme cuenta de todo esto en el momento en el que la vida me llevó a combinar mis gustos artísticos, los cuales ya profesionales no giraban en torno a una institución educativa, con una vida llena de proyectos, nuevos retos y un proceso de aprendizaje ahora como ingeniero estructural. Ha sido un camino que en lo personal no habría logrado plantearme tan claramente de no ser por ALBA, ya que creyó en mí desde que llegué como un casi egresado con muchas ganas de trabajar hasta la actualidad, pues sabiendo que no puedo decidir entre mis dos pasiones, me permite tomar las decisiones que crea mejores para superar las expectativas y alcanzar un nivel excelente tanto en la oficina como fuera de ella, ya sea un concierto o un prediseño, ya sea día de entrega de un gran proyecto o haya funciones del nuevo musical el fin de semana.
Todo se puede lograr con el empujón adecuado, cualquier sueño se puede alcanzar si lo quieres lo suficiente, queda en nosotros qué tanto deseamos algo, y qué tanto empeño pondremos en alcanzarlo. El reto primordial es encontrar aquello que nos apasiona y desarrollarlo, ¿y después? Ir en busca de más, siempre más. Porque vale más tratar y no llegar a la meta que nunca haber intentado, y es válido equivocarse, mas no se perdona la falta de crecimiento y explotación personal causada del miedo y la incertidumbre, ya que perseguir un sueño es saltar al vacío, y nadie va a venir de ahí a decirnos qué hay, es tarea de cada uno.
Hay que saltar.