Nunca te detengas, siempre mira hacia adelante
Cuando entré como diseñadora estructural a ALBA, me di cuenta que mi conocimiento era limitado. Me encantaba esta área, pero, necesitaba experiencia práctica y profundizar en el origen y la razón de las normas, reglamentos y criterios de la ingeniería estructural utilizados en la vida profesional.
En el 2014 realice trámites a la Universidad de Cantabria en Santander, España, para una Maestría en Rehabilitación Estructural, donde me aceptaron pero desafortunadamente no me otorgaron la beca. Me decepcioné bastante, sin embargo, cuando me enteré del Posgrado en Ingeniería Estructural de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), no dudé un momento en postularme.
¡Me aceptaron y me otorgaron la beca! Fue un momento significativo para mí, representaba un reto en todos los sentidos. Tenía que ponerme al mismo nivel que mis compañeros que procedían de esta Universidad, al mismo tiempo que me enfrentaba a vivir sola en CDMX, una ciudad caótica.
Antes de terminar el posgrado, confirmaron que el XXI Congreso Nacional de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica (SMIS) se llevaría a cabo en Guadalajara en septiembre de 2017, coincidiendo con el tema de investigación que estaba desarrollando en el posgrado sobre el peligro sísmico de la misma ciudad. Gracias a mi investigación, fui invitada por el M.C. Salvador Lazcano a dar un curso sobre la sismicidad local, como parte de las actividades previas al congreso, junto con dos de mis profesores del posgrado, el Dr. Amador Terán Gilmore y el Dr. Edgar Tapia.
Durante el Congreso participé en la mesa redonda de sismicidad local, invitada por ALBA, debatiendo sobre la situación de nuestro reglamento de construcción, y expuse mi investigación en una de las sesiones técnicas. ¡Toda una experiencia formidable!
Justo un día antes de comenzar el congreso ocurrieron los dos sismos más fuertes del 2017: el del 7 de septiembre en Oaxaca y el del 19 de septiembre en Puebla y Morelos. Fue triste y devastador ver todos los daños que causaron estos sismos, aunque también una lección para todos los que contribuimos en las revisiones estructurales.
Faltando una semana para mi examen de grado, todas las universidades estaban cerradas en CDMX, incluida la UAM Azcapotzalco, pues se continuaba con los dictámenes estructurales y algunos edificios presentaban daños importantes, por lo que se tornó una situación inusual. Mi examen finalmente se llevó a cabo en la casa del coordinador con algunos estudiantes, mis amigos, familia y profesores del posgrado, concluyendo con éxito mi maestría.
A mi regreso a Guadalajara me esperaban dos extraordinarias oportunidades: ser diseñadora estructural en ALBA y profesora de las asignaturas de Ingeniería Sísmica y Análisis Estructural II en el CUCEI de la UdeG.
Comenzar a dar clases representó un desafío por la edad de mis alumnos, no tan diferente a la mía, lo que me empujó a fortalecer mis conocimientos sobre los temas del curso para poder explicarles con seguridad.
Gracias a mi participación como profesora, me invitaron a dar una conferencia en la Universidad UNE sobre los parámetros sísmicos de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Actualmente continúo colaborando en el seguimiento de mi investigación con la UdeG y mis asesores de la UAM Azcapotzalco.
Estoy sorprendida de haber obtenido una plaza en la UdeG, normalmente se otorgan a quien tiene experiencia de docente, no obstante, es prueba de que se puede realizar lo que quieres en tu vida, aplicando tus conocimientos y empeño en lo que eres bueno.